¿Será esto el posmodernismo?
*Por Hugo Delgado


Vivimos tiempos extraños por estos días. Algunos sectores cercanos a ¿barra? ¿se llamará así?
Hablan (o dejan trascender en algunos lugares) que harán suspender al club y cuando dicen esto hablan de generar hechos de violencia como los que mandaron al descenso a Chicago.
Cuando uno escucha o lee semejante cosa se pregunta si estos son los sectores que como gustan decir “aman de verdad al club” y la respuesta inmediata es, también en forma de pregunta ¿a qué llamarán querer al club?
Durante días y días hemos escuchado críticas de todo tipo a la Comisión Directiva, casi todas anónimas, y en algunos casos muy graves, que involucraban el buen nombre de quienes dirigen al club.
Quienes hacemos este medio de comunicación, periodistas de profesión, nos negamos a servir de continente con nuestros medios para estas denuncias cobardes, pero a la vez invitamos a quienes decidan sostener las mismas como hombres de bien (es decir con nombre; apellido y demás) a que se comuniquen con nuestro medio y los acompañaremos a la justicia. Lo haremos en la convicción que le hacen tanto mal a un club las denuncias cobardes e infundadas como la defección de la confianza depositada por los socios.
Otro tema que pareciera ser un signo de los tiempos que corren es la falta de palabra. Apoyados por el latiguillo que incluso esgrimen algunos “periodistas” de que”la carrera es corta” y “hay que garantizar el futuro” se permiten todo tipo de faltas a la convivencia.
En estos días hemos visto que un jugador que había firmado contrato prácticamente se fugo a la ultracompetitiva Liga chipriota aprovechando que el contrato aun no había sido refrendado en AFA.
Ni que hablar de los jugadores que estafan a los clubes, como el caso del Pitu Cejas y después pasan por la Institución a hacerse los simpáticos cuando por su accionar la Institución ha quedado con un pasivo enorme.
Curiosamente los mismos anónimos que denuncian supuestos saqueos patrimoniales de dirigentes, después van a pedirle a estos ex jugadores sobre los que no se supone nada, sino que se tiene certeza, que les firmen un autógrafo o una camiseta.
Es por esto que quienes hacemos Gambeta no vamos a entrar nunca en el facilismo de la crítica por la crítica misma, ni vamos a vender por unos pesos nuestras ideas y cobrar para criticar a los que trabajan. Creemos que es muy fácil y hasta redituable criticar o mirar para otro lado mientras permitimos que se use el medio para criticar y acusar sin fundamentos. Sin embargo vamos a seguir discutiendo y dando el debate a quienes desde el facilismo asumen una postura simplista o de pseudoprogresismo que se esconden en una supuesta libertad de expresión que no es tal. Porque la libertad de expresión está basada en el respeto de las leyes y la expresión debe ser asumida desde la seriedad de hacerse cargo de lo que se dice.