Este es Almagro: Diez años despues
Por Juan Pablo Marrón
Revista Línea de 4
Especial para Gambeta

jpmarron@gambeta.info


El escenario de Almagro se sitúa en la circunstancia del riesgo. Se transportó de un semestre en el que el descenso era la opción entre la no elección y sobrellevó la improvisación que tan expuesta quedó en su pretemporada. El rigor de sus problemas financieros hicieron del “tricolor” un equipo diezmado en función de lo numérico: apenas ganó 8 de los últimos 46 partidos que disputó entre BN y BM; conserva una racha adversa sin imponerse en condición de visitante de 27 juegos; sólo mantuvo tres futbolistas de su equipo base en la 08/09 y debió contratar 16 reemplazos ante la sangría del mayor porcentaje del plantel de la B Nacional. Los triunfos ante Flandria y el difícil Colegiales, en conjunto con las igualdades frente a San Telmo, Armenio y su clásico Estudiantes de Buenos Aires, le dieron cierto respiro para, al menos, posicionarse algo lejos del infortunio de un nuevo descenso, lo cual sería fatal, y mantener en la tabla general una expectativa más positiva dentro de lo grisáceo de su panorama. Su arco lo custodia Diego Pave, de formación en Boca Juniors y pasado inmediato en la B Nacional; compone su línea defensiva, receptora de 7 goles en 8 partidos, habitualmente con cuatro refuerzos: los santafesinos Cristian Wernly (ex Unión y ascendido con Boca Unidos) y Juan Manuel Casini (categoría 86 y proveniente de Argentino de Rosario), Facundo Argüello, del club Vida de Honduras y Hernán Mattiuzo, ex N. Chicago. En el medio se reparten la posesión y la entrega Agustín Farías, de la base anterior, el experimentado Leonel Unyicio (29 años), de pasado reciente en Tristán Suárez, Juan Vinaccia, autor del gol en el clásico y su hombre más creativo: Julio César Junco, nacido en Ciudadela. Arriba se dosifican los goles el juvenil misionero Ariel Andruszyzyng hecho en las inferiores y junto con Juan Vinaccia goleador del equipo en la corriente temporada con 2 tantos y el legendario Carlos Alberto Yaqué de 38 años y 232 goles en su haber.
Habida cuenta del delicado momento de Almagro desde lo institucional y lo futbolístico por su descenso casi reciente y su incertidumbre en el marco de un torneo irregular, la superioridad frente a Temperley es de 11 partidos en el historial. Hace 10 años que no se enfrentan en este estadio y en esa década el “tricolor” convivió con dos ascensos a primera (2000 y 2004) y varias temporadas en segunda. Hoy, cuando llegó a tercera, conmemora su último partido ante Temperley. Fue en 2000 y en José Ingenieros (5-0) casi condenando al celeste a la B Metropolitana, categoría que habitaría desde ese entonces hasta la actualidad, y sumando tres puntos vitales para acceder a la promoción en la cual vencería a Instituto de Córdoba. La última vez en el Beranger fue 2-2 entre incidentes, cuatro expulsados ( G. Ostúa, Sinisterra, P. Campodónico y Binzugna) y el debut del arquero figura en este cotejo: el joven de 19 años Federico Ferraiuolo. Hay que retrocedes hasta 1995 para encontrar el último triunfo de Temperley ante Almagro. Fue el 4 de noviembre y 2-0 con tantos de Julio César Arata y Claudio Filosa. Luego pasaron 7 juegos y 5 triunfos para el equipo de Tres de Febrero. Su semblante dista mucho de aquel de hace unos años en donde le ganaba a Boca en Ferro o a River en el Monumental con los goles de Osvaldo Miranda y Maxi Castano. El de Temperley no tuvo esos alti bajos, tan altos y tan bajos, pero extraña casi de la misma manera la 1º y la 2º categoría del fútbol argentino.